#2 Employer Branding vs. Branding
Esconderse en la aspiracionalidad no tiene sentido para un trabajador.
Ahora mismo este diálogo está ocurriendo en algún lugar del mundo
“Nuestra marca es muy querida por los clientes, de hecho, es una de las diez más reconocidas en la industria, por no hablar de nuestros maravillosos planes de crecimiento y de que nuestras acciones cada día valen más, convirtiéndonos en uno de los players más importantes del mercado, así que ¿vienes a trabajar con nosotros? Te puedo asegurar que la oferta que te hemos hecho no la podrán superar nuestros competidores”
“Muchas gracias, ¿me podría explicar por qué tienen de valoración un 3.5 en Glassdoor, 3.7 en Computrabajo y 3.2 en Indeed?”
Los cuentos de hadas sobre crear marcas maravillosas para que nuestros clientes compren aquellos productos y servicios a través de storytellings, está genial y sirve para los clientes y para vender.
Existen millones de personas que creen que por comprar un coche con una marca especial o un bolso con unas iniciales bien grandes la vida les sonríe, han triunfado o creen que, porque su ídolo de turno las lleva, ellos se acercarán más a esa persona si compran el mismo producto. Se parecerán a ese hombre maravilloso de cuerpo perfecto que surca las olas y luego te habla en italiano a través de sus ojos azules y facciones puntiagudas.
Y es que las personas queremos que nos cuenten cuentos ya que la imaginación es lo que nos diferencia del resto de animales. La imaginación es la que nos permite innovar y crear y eso es necesario.
Hasta que no nos programen de forma diferente o nos quiten alguna parte del cerebro que provoca esas sensaciones, seguiremos creyendo que si pagamos más, el producto o servicio será mejor.
La aspiracionalidad es siempre bienvenida y entendible ya que nos permite soñar e irnos a otros mundos en los que aparentemente somos mejores, más felices, más delgados, más altos y más guapos. El Branding es y será siempre necesario, pero ocurre un problema: “te compro el cuento cuando quiero que me cuentes un cuento, pero cuando no quiero que me cuentes un cuento, quiero la cruda realidad” y eso es Employer Branding.
La de veces que los responsables de Employer Branding se escudan en que su empresa va muy bien para reclutar a sus nuevos colaboradores mientras tejen un velo oscuro sin querer entrar en cómo está la felicidad de sus colaboradores.
Amañar los resultados sobre estudios de clima laboral ya no tiene el efecto de protección para los niveles altos de la empresa cuando desde hace un tiempo los colaboradores pueden sentirse libres de decir la verdad en otros foros.
Las entrevistas desde hace un tiempo ya no son desde la empresa hasta el colaborador, sino que también es hacia la otra dirección.
Y la otra dirección es la del Employer Branding donde el colaborador quiere saber la verdad y agradece que no le cuenten cuentos, porque en ese momento, solo quiere la cruda realidad: si será feliz o no dedicando miles de horas a una empresa.