Queremos ser escuchados y queremos saber que importamos.
La comunicación efectiva es un pilar fundamental para el éxito en cualquier ambiente laboral, pero pocos se preguntan cómo se puede hacer para escuchar más y mejor.
Existe el departamento de comunicación en las organizaciones y también, cada vez más, el de comunicación interna, pero ¿existe el departamento de Escucha?
Para los que amamos el lenguaje es una pena cuando vemos cómo se les trata injustamente a palabras que no han hecho nada malo pero que debido a un mal uso por nuestra parte tenemos que añadirles adjetivos que suenan ridículos, como por ejemplo: Escucha. Ya no basta con escuchar sino que debe ser una: Escucha Activa.
Pues bien, antes de entrar al bus, se tiene que dejar salir. Por tanto, antes de hablar y de comunicar se debería escuchar y si el amable lector quiere, escuchar activamente. Saber escuchar en el trabajo no solo fortalece las relaciones interpersonales, sino que también puede mejorar la toma de decisiones y el rendimiento del equipo.
Si escuchamos, fomentamos la comprensión: Escuchar activamente permite obtener una comprensión profunda de los problemas y preocupaciones de los demás, lo que facilita la identificación de soluciones efectivas e incrementa la asertividad.
Además, se mejora la toma de decisiones porque al escuchar las diversas perspectivas y opiniones, se pueden tomar decisiones más informadas y equitativas. También fortalece el trabajo en equipo ya que una comunicación eficaz y una escucha atenta promueven un ambiente de trabajo colaborativo y armonioso y por último construye relaciones sólidas: Mostrar interés genuino en lo que otros tienen que decir contribuye a forjar relaciones laborales más fuertes y de confianza mutua.
Abrazando y entendiendo la existencia de los DIRCOM (Directores de Comunicación), qué maravilloso sería tener en las organizaciones los DIRESC o Directores de Escucha e incluso, para ponernos estupendos como diría Max Estrella, los DIRESCAC: Directores de Escucha Activa.
Me sorprende que los americanos, que son tan hábiles en inventarse títulos para todo no hayan creado el CALO: Chief Active Listening Officer.
¿Y cómo se puede escuchar mejor?
1. Elimina distracciones: Cuando alguien esté hablando contigo, asegúrate de apartar cualquier distracción, como teléfonos celulares o correos electrónicos, para dedicarles toda tu atención.
2. Muestra interés: Demuestra tu interés en la conversación mediante el contacto visual, asintiendo y haciendo preguntas pertinentes así como trabajando el lenguaje corporal.
3. No interrumpas: Evita interrumpir a la persona mientras está hablando. Deja que termine su pensamiento antes de responder.
4. Practica la empatía: Intenta ponerte en el lugar de la otra persona para entender sus emociones y perspectivas.
5. Toma notas: Tomar apuntes breves te ayudará a recordar detalles importantes y demuestra que valoras lo que te están diciendo.
6. Reformula: De vez en cuando, repite en tus propias palabras lo que has entendido de la conversación para asegurarte de que estás captando el mensaje correctamente.
7. No juzgues de manera prematura: Evita saltar a conclusiones antes de que la persona haya expresado completamente sus ideas.
Por último, mejora su vocabulario porque si mejoramos la selección exquisita de las palabras, podremos mejorar a la hora de elevar la conversación a otros niveles más profesionales y conseguiremos escuchar mejor lo que nos quiere decir nuestra gente.