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#9 Los Súper Héroes no llevan capa.
Llevaba años esperando el momento que sucedió la semana pasada en Madrid: poder conocer a Jaume Sanllorente, el fundador y líder durante los últimos veinte años de su ONG, Sonrisas de Bombay.
Había visto sus videos, me había inspirado y también me había frustrado por darme cuenta de lo poco que hago comparado con lo que hace Jaume.
No me puedo imaginar de qué materia es una persona que deja su vida y se va a otro continente a ayudar a las que no tienen nada. ¿De qué tipo de materia debes estar hecho para ser así? Yo no lo sé, pregúntenselo a él.
Él es un español normal que vive en medio de la India, en Bombay concretamente, colaborando con más de 20.000 mujeres, enseñándoles un negocio, protegiéndoles de las mafias y luchando contra un gobierno que no se lo pone fácil desde su bunker de Sonrisas de Bombay.
Jaume es mi superhéroe. Es mi Batam, Superman y Spiderman juntos pero sin capas ni disfraces apretados.
Nuestra pequeña contribución es que que hayamos podido llegar a un acuerdo con ellos para que parte de los ingresos que generamos con el Dragon Awards of Happiness Women Empowerment sea para su organización y de esta manera, aunque sea desde la lejanía cómoda de Occidente, poder colaborar con Sonrisas de Bombay.
Muy a menudo, no sé cómo se hacen mejor las cosas, pero cuando encuentro personas como Jaume, me reconforta recordar el camino que seguimos: mejorar cada día aunque no sepamos dónde está el norte. A lo mejor es que hace tiempo ya llegamos al norte y ahora nos estamos recreando en él.
Nosotros trabajamos para que las personas en las empresas sean tratadas más justamente, más valoradas y para que el conjunto de los agentes crezcan. Por su parte, Jaume reside en medio de la batalla total, trabaja para que las mujeres tengan una oportunidad, para que la trata de mujeres se detenga y para dejar este mundo mejor.
Recuerdo las palabras de Maximo Meridio en Gladiator: “Lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad”. La verdad es que no entendí mucho el concepto de la eternidad si lo sacas del componente puramente literario, así que me quedo con la primera parte de la frase: “Lo que hacemos en la vida… tiene que tener su repercusión en la misma vida y AHORA”
Dejemos la eternidad para los escritores y para los que no han nacido y nosotros, como simples humanos, focalicemos nuestras acciones en el presente, que ya es mucho.
Me gusta estar al lado de Jaume Sanllorente y es un honor que él nos deje estar a su vera.