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#7 El final que no veremos
Después del evento, dirigiéndome hacia el hotel, seguían repicando esas palabras en mi interior.
Los de Awards of Happiness® estábamos la semana pasada en INCAE, Costa Rica, rodeados de líderes del sector bancario así como de retail, consumer goods o energía. CEOs, presidentes, directores regionales y empresarias asistieron para recoger sus Dragones de la Felicidad así como sus reconocimientos personales por sus trayectorias de tantos años acertando y equivocándose.
Sinceramente creemos en las personas y no en las vidas demasiado maravillosas que algunos quieren imponernos en sus redes sociales.
El calor y la humedad nos abrazaba hasta ahogarnos y sudábamos como si estuviéramos en una clase de esas de yoga en las que uno se empapa incluso antes de comenzar la sesión.
Las lecciones magistrales de los profesores de INCAE respecto al liderazgo necesario que va a imponer la Inteligencia Artificial así como las reflexiones de los más de treinta premiados fueron interesantes y con la capacidad de hacernos reflexionar.
“¿Quién querrías que te atienda si te encuentras mal? Un médico con poca o media experiencia o motores de Inteligencia Artificial que cada segundo aglutinan y procesan millones de datos y que a partir de una sintomatología te pueden recomendar lo que su estadística roza la perfección”
No supe que responder ante una pregunta que no me había hecho nunca.
A continuación, en el estrado una persona que había sido premiada dejo escapar unas palabras que resonaron como la campana de la catedral de Colonia. Cuesta parar y conseguir que un mensaje que parece tan simple, nos haga pensar y medio sonreír mientras se asiente con la cabeza.
Con las gafas empañadas por la humedad y sintiendo las gotas bajando por el pescuezo me lo quedé mirando y viajé durante un par de segundos a un futuro en el que no estaré. En el que nadie de los que está hoy aquí estará.
La frase fue: “hagamos cosas importantes que cambien a mejor la sociedad aunque no veamos el final.”
Después del evento, dirigiéndome hacia el hotel, seguían repicando esas palabras en mi interior: “el final que no veremos”
Y, yo sin haberme dado cuenta hasta ese momento, caí con que también eran una de las esencias de Awards of Happiness®.
Si bien, cuando reconocemos a una empresa por haber conseguido uno de los Dragones de la Felicidad, formamos parte de ese tejido para mejorar donde vivimos para los que estamos aquí, también lo estamos haciendo para los que todavía no han llegado.
En ese final que no veremos porque no estaremos aquí, espero que cuando en el 2085 o en el 2134 haya reuniones de ejecutivos que juntos analicen el recorrido de donde vienen y cómo están en esa posición, se acuerden de nosotros, aunque no sepan nuestros nombres, y de las miles de personas que intentamos dejar un legado ya no solo para el presente sino también para el futuro que sabíamos que no veríamos.