¿Y si Sísifo hubiera vuelto?
Los griegos, genios perfeccionistas del story telling, inventaban fábulas llenas de lírica y épica para explicar y razonar a su manera por qué en la naturaleza ocurrían fenómenos difíciles de entender.
Mitos como los de Eco o Perséfone y su rapto para explicar el otoño nos permiten viajar en el tiempo y sonreir al intentar imaginar cómo vivían entonces, mientras en la actualidad, desde la actual Glifada, al lado del Pireo ateniense, Poseídon les sigue protegiendo de los, para ellos, malvados persas entonces, turcos ahora y los que vengan en un futuro seguro.
Lo que no teníamos planeado es que Sísifo volviera a estar presente en nuestros días.
Por aquel entonces, hace miles de años (aunque si bien nunca existió, imaginemos que sí lo hizo durante estas líneas) los antiguos griegos quisieron usar su metáfora para enseñar al resto de humanos que los dioses castigarían sin piedad a todo aquel que osase desafiarles.
Imaginad que Sísifo burló a Tánatos y se rió de algunos de los dioses, lo que llevo a enfadar a estos por lo que le castigaron a arrastrar una enorme roca por una montaña. Cuando estaba a punto de conseguir llegar a la cima, la piedra se caía y tenía que repetirlo cada día. Cada día. Cada día.
Uno no podía bromear con Zeus y el resto de sus amigos y sino que se lo pregunten a Prometeo por robar el fuego y las salvajadas que le hacía el águila.
Sin embargo, en esta líneas no quería hablar de los mitos griegos sino de cómo un médico ha diagnosticado la sisifemia.
¿Qué es la sisifemia según el doctor José Manuel Vicente? Pues como apunta en el artículo, una suma de autoexigencia, perfeccionismo por querer hacerlo todo bien en el entorno laboral con lo que lleva al empleado a sufrir de un estrés perenne.
Nosotros en Awards of Happiness vamos en contra de Sísifo y de la sisifemia. Nuestra empresa intenta reconocer y ayudar a miles de empresas para que sus decenas de miles de colaboradores no se sientan Sísifo, sino humanos.
Y los humanos tenemos esas cosas raras que tienen los humanos: que nos equivocamos, que no lo hacemos perfecto y que, muchos de nosotros, abrazamos nuestras contradicciones y paradojas e intentamos seguir hacia adelante como buenamente podemos.
Sin sentar cátedra, sin sentirnos Supermanes o Superwomans, sino simplemente humanos que quieren combinar su vida personal con la profesional y que quieren mejorar y ser más felices.
Por lo que hemos decidido, que somos Anti Sísifos y que preferimos nuestras imperfecciones sin olvidarnos que podemos mejorar cada día, aunque sea complicado.