LPDLP: abogo para que alguien, más pronto que tarde, funde La Policía De Las Palabras y nos proteja de nuestras extasiadas ganas de brillos de hojalata.
La elección de epítetos catastróficos y grandilocuentes es gratuita, pero ¿cuándo nos quedaremos sin palabras que usar? Las estamos malgastando sin remedio y podría ser que llegáramos a no sentir su significado.
La exageración vende más que la normalidad, pero ¿No hay límites? ¿Perderemos el sentido exquisito del paladar de palabras maravillosas que están encerradas solo para momentos puntuales?
Echo en falta que alguien, una buena policía tal vez, controle y prohiba ciertos usos recalcitrantes para usos malévolos.
“Colapsar, arrasar, brutal…” son entre muchas, las palabras elegidas para robarnos un click desde la red social por la que estemos perdiendo nuestro tiempo y saltar a la web en cuestión. Que un jugador de futbol de unos toques de balón no colapsa las redes.
Colapsar no es eso. Colapsar es otra cosa, pero parece que nos da igual. A lo mejor, lo que queremos es que nuestra parte pasiva de la vida sea épica. ¡Qué gran paradoja! Sin embargo, a lo mejor, lo que debería ser épica es la parte activa y eso es haciendo no charloteando.
Lo más probable, por no decir seguro, es que la noticia no sea tan relevante ni acorde al adjetivo seleccionado, pero cuidado porque las palabras no son infinitas.
Si las palabras son las que generan nuestras realidades ¿Por qué las estamos desgastando de esa manera? Si es por un like o por un click sería muy triste.
“Perdone generador de contenidos de esta web queda sancionado a no poder escribir o hablar durante dos días por no usar correctamente estas quince palabras y por destruir el patrimonio del vocabulario” (¿Se imaginan?, la de multas que pondría la LPDLP.)
La grandilocuencia de la forma sin control podría llevarnos a que el fondo se olvidara o al menos, dejara de ser tan impactante.
Es demoledor y terrorífico el uso del GOAT (Greatest of All Time) que en varias webs lo aplican a distintos deportistas. Antes, el GOAT era Michael Jordan, o Mohamed Ali, sin embargo hoy en día cualquiera es GOAT. ¿Dejaremos de sentir en un futuro próximo las maravillas de muchas palabras por el uso indiscriminado y apabullado que algunos les otorgan de malas maneras?
¿Vivimos en un mundo hiperbólico que si no entramos en una experiencia inolvidable cada cinco segundos nos llevará al aburrimiento y comenzaremos a entrar en nosotros y darnos cuenta de que solo nos quedan las mentiras de Instagram?
Mientras espero a la LPDLP, seguro que alguien está creando nuevas palabras, que al fin y al cabo, están vivas como nosotros.