#21 El deseo de No querer ser líder y no conseguirlo
Marc Gasol el líder que lo fue a su manera
¿Cuándo fue el exacto momento en el que usted se convirtió en líder?
O ¿no lo es? Y ¿qué espera? Porque últimamente solo se buscan líderes.
Para aquellos que sí son líderes, ¿recuerda qué fue lo que le impulsó a ser líder? ¿En la escuela con ocho años defendiendo a un amigo en problemas, en la universidad siendo el delegado de la clase, en el trabajo saludando al ser reconocido como el cliente del mes y viendo su foto en los pasillos de la oficina?
¿No creerán que son líderes por hacer un curso de cuatro horas y que en el diploma les pongan “Usted ya es un líder genial por haber estudiado cuatro horas el curso de Liderazgo de Personas Excelentes”?
Tiene gracia porque ahora que escribo estas lineas recuerdo que cuando hice el curso de Professional Leadership en Stanford nos daban un diploma que así lo exhibía, aunque nunca pensé hasta precisamente ahora que eso me convertiría en un líder.
¿Y si se creen que son líderes y no lo son?
¿Y si consideran que no son líderes y lo son?
Este fin de semana en Memphis se retiraba la camiseta a Marc Gasol, el hermano gordo y pequeño del gran Pau Gasol. Así mismo se definía él e incluso se ríe de sí mismo cuando dice que tiene un grupo de chat con amigos gordos.
Yo le dije “hola” hace muchos años cuando él jugaba en el Girona y yo trabajaba en el mundo del baloncesto y me pareció un poco soso.
Claramente mi percepción fue errónea.
Marc siempre actúo en la sombra de su hermano pero eso, no le impidió ser el líder que fue sin que él lo quisiera.
Es como Andrés Iniesta, ese tipo de gente que no la veo mirándose al espejo y gritándose “soy un líder, soy un líder”. Tampoco me imagino a Marc escuchando de sus amigos o colaboradores “eres nuestro Líder Marc”, sin que se le escape la risa y diga “va, va, a trabajar”.
No creo que Marc se haya levantado nunca a las seis de la mañana y se haya dicho o auto impuesto “debo ser un líder”.
Sin quererlo, Marc fue al menos, igual de líder que su hermano, pero a su manera.
Se ha escrito y se escribirá tanta literatura de Liderazgo que me aterra resumirla en una simple frase porque para cada uno de los mortales el Liderazgo tiene su propia definición. No voy a añadir una nueva porque hace años que deje de querer buscarla para mejor sentirla porque coincido con Nietzsche cuando apuntaba en Más allá del bien y del mal que “la conciencia de uno acaba cuando habla”
Y lo que sentí ayer volviendo a escuchar al gran Marc Gasol es una palabra que me hizo recordar porque le tengo tanta admiración: “el impacto”. Dijo: “ya no quiero mirar atrás sino en el impacto que dejaré a partir de ahora”.
Sigo sin saber definir una frase perfecta para Liderazgo pero estoy convencido que la palabra “impactar” tiene que estar en esa fórmula.
Hace demasiados años, tuve la suerte de comer un par de veces con Manolo Ramiro, primera promoción de ESADE y me dijo “la empresa como mucho puede reconocerte como un jefe, pero tu gente te admirará como Líder”.
Manolo hace tiempo que no está con nosotros, pero seguro que ayer también le gustaron las palabras y la vida de Marc, allá donde esté.